HABLANDO DE
PIEDRAS…
Dos señoras fueron a un sabio con fama de
santo, para pedirle algún consejo sobre su vida espiritual.
Una decía que era una gran pecadora.
En sus primeros años de matrimonio había traicionado la confianza de su marido. No lograba olvidar aquella culpa, aun cuando después siempre se había portado de modo irreprensible; pero le seguía torturando aquel remordimiento.
En cambio, la segunda siempre había cumplido todas las leyes, y se sentía inocente y en paz consigo misma.
El
... (ver texto completo)