Los restos musterienses más importantes de Europa corresponden a la
cueva de la Carigüela, tal vez el enclave principal de unas culturas que pervivieron hasta el 20.000 a. C., vinculada a grupos humanos del tipo Neandertal.
Los numerosos yacimientos arqueológicos encontrados y explotados, muy especialmente los de las
cuevas de Las
Ventanas, La Carihuela y Los Confites, y el Tajo del Águila, permiten asegurar que lo que hoy es término municipal de
Píñar ha sido asentamiento humano desde épocas remotas de la Prehistoria, al menos desde el Paleolítico Medio y el Neolítico. Y también fue habitado por culturas posteriores como las edades del Cobre y Bronce, ibérica y
romana, de la que se ha hallado ‘el Togado de Periate’,
escultura de bronce que representa pasiblemente al emperador Claudio II el
Gótico. Durante la dominación islámica se construyó una fortaleza que ha sido declarada
Monumento Nacional, a pesar de lo cual sufrió las operaciones de hostigamiento que llevaban a cabo los jinetes de Cazorla. Cayó en poder de los Reyes Católicos poco antes que
Granada, siendo alcaide Sidi al Mandari que fundó, al marcharse al norte de África, la ciudad de Tetuán, hoy hermanada con Píñar. Tras la expulsión de los moriscos sufrió un periodo de decadencia y en la actualidad ve grandes perspectivas al haberse abierto al público la Cueva de Las Ventanas que puede servir como foco de atracción de turismo cultural y rural.
En la época musulmana el último alcalde que hubo fue al-Mandari, por lo que se cree que el
castillo fue de descanso y recreo utilizada por reyes y nobles de Granada, ya que dicho alcalde era partidario de Boabdil. En 1485, tras la Reconquista cristiana, el castillo es abandonado por los nazaríes, los cuales en su éxodo refundaron la ciudad marroquí de Tetuán, actualmente hermanada con Píñar.
El
monte de Píñar de forma cónica truncada posee las
ruinas de un castillo, declarado Monumento Nacional, además de ser
cúpula de importantes cuevas arqueológicas como la de la Carigüela y la de las Ventanas.
La
tradición data el castillo como fortificación romana, que más tarde sería reconstruida por los árabes, motivo por el que algunos
torreones son cilíndricos y otros cuadrados. Este, era un punto defensivo que controlaba el tránsito mercantil hacia
Jaén,
Murcia y
Almería.
A partir de la cultura
medieval aparecen documentos escritos de época califal (s. IX y X) y nazarí (s. XIII y XV), aunque han aparecido
piedras romanas labradas,
cerámica califal y de todas las ocupaciones árabes.
El primer sello del
ayuntamiento de Píñar tiene el castillo y data del año 1850.