Siempre se ha dicho popularmente que “la ropa sucia hay que lavarla/guardarla en casa”, y eso es lo que deberíamos haber hecho con el asunto de la máquina, lo cual no significa que acepte como buena la decisión adoptada, por quien fuera, para deshacerse del pobre animal. Pero claro, con respecto a eso de la ropa sucede que hay determinadas personas de mi pueblo, acostumbradas a que sea otra persona quien se encargue de su ropa sucia (en sentido literal) que desconocen ese dicho popular, y, aireando guiñapos se ha conseguido que nos convirtamos en el hazmerreír de la gente y que se nos haya perdido el respeto como PUEBLO, un respeto ganado a pulso por todos LOS PIÑEROS DE BIEN que hace que Piñar sea uno de los pueblos más prósperos de la comarca, si no el que más.
Porque “el mensajero” debería dar a conocer que tenemos un pueblo con unas infraestructuras que otros desean, con ayuntamientos (sí, en plural) que han conseguido muchos y muy buenos logros para los piñeros; con un nivel de vida (aunque se llore mucho) que no hay más que verlo a través de sus casas y parque móvil; con un nivel de ocupación donde no trabaja el que no quiere, y no estoy exagerando, que soy de Piñar, vivo en Piñar y conozco Piñar desde hace ya algunos añillos.
Y ese no es el pueblo que ha aparecido en la prensa sensacionalista, en la que más o menos seguimos viviendo en las cuevas como buenos nehanderthalensis, Cele es el “Jefe”, porque sebe hacer FUEGO y Antonio “El Zorro”. el Corte Inglés de la época en cuanto a que nos aprovisiona de herramientas y adornos, eso sí, todo en silex, hueso o piedra tallada, todo ello a precios prehistóricos.
Pero lo malo de todo este asunto es que la corrida va a durar mucho tiempo; demasiado tiempo.
Porque “el mensajero” debería dar a conocer que tenemos un pueblo con unas infraestructuras que otros desean, con ayuntamientos (sí, en plural) que han conseguido muchos y muy buenos logros para los piñeros; con un nivel de vida (aunque se llore mucho) que no hay más que verlo a través de sus casas y parque móvil; con un nivel de ocupación donde no trabaja el que no quiere, y no estoy exagerando, que soy de Piñar, vivo en Piñar y conozco Piñar desde hace ya algunos añillos.
Y ese no es el pueblo que ha aparecido en la prensa sensacionalista, en la que más o menos seguimos viviendo en las cuevas como buenos nehanderthalensis, Cele es el “Jefe”, porque sebe hacer FUEGO y Antonio “El Zorro”. el Corte Inglés de la época en cuanto a que nos aprovisiona de herramientas y adornos, eso sí, todo en silex, hueso o piedra tallada, todo ello a precios prehistóricos.
Pero lo malo de todo este asunto es que la corrida va a durar mucho tiempo; demasiado tiempo.