Es curioso lo que sucede con el tema de la seguridad ciudadana. Podremos culpar a los alcaldes, o no, pero lo cierto es que es un tema bastante “chungo” y que enturbia la paz de nuestro pueblo; y lo curioso es que todo el mundo sabe quién y quiénes son los causantes, pero nadie hace nada.
Y al hilo de esta cuestión quiero recordar algo muy curioso que pasó en el pueblo hace ya algunos años, tantos que algunos de los que intervienen en este FORO posiblemente no hayan podido conocerlo.
Cuando llegó el momento de desmantelar el cuartel de la Benemérita y trasladar a los guardias, se procedió a una recogida de firmas para protestar contra esa medida, e incluso se llegó, por otro lado, a pedir dinero (de forma voluntaria) a los vecinos, para construir un nuevo cuartel, habida cuenta de que una de las excusas para cerrar el anterior era la titularidad privada del mismo. Hubo gente que se congratuló con la medida, sobre todo los clientes más asiduos por unos motivos u otros, y que todavía suelen hacerlo, pero en Iznalloz, pero los más sensatos, de todos los partidos (“rojillos” incluidos), casi intuían lo que iba a suceder más tarde o más temprano. Y llevaban razón estos últimos, aunque siempre nos queda el rácano consuelo de que en Piñar “podemos llorar con un ojo”; por ahora. Y ahora todos querríamos la presencia de la Guardia Civil en nuestro pueblo, Guardia a la que denostamos continuamente pero que a la hora de la verdad echamos en falta, y más el amigo Julio, que es el que se traga todos los marrones cuando piensa la gente que él es la autoridad gubernativa, cuando el pobre manda poco o ná; ni en su casa, como todos los que estamos casados.
Y al hilo de esta cuestión quiero recordar algo muy curioso que pasó en el pueblo hace ya algunos años, tantos que algunos de los que intervienen en este FORO posiblemente no hayan podido conocerlo.
Cuando llegó el momento de desmantelar el cuartel de la Benemérita y trasladar a los guardias, se procedió a una recogida de firmas para protestar contra esa medida, e incluso se llegó, por otro lado, a pedir dinero (de forma voluntaria) a los vecinos, para construir un nuevo cuartel, habida cuenta de que una de las excusas para cerrar el anterior era la titularidad privada del mismo. Hubo gente que se congratuló con la medida, sobre todo los clientes más asiduos por unos motivos u otros, y que todavía suelen hacerlo, pero en Iznalloz, pero los más sensatos, de todos los partidos (“rojillos” incluidos), casi intuían lo que iba a suceder más tarde o más temprano. Y llevaban razón estos últimos, aunque siempre nos queda el rácano consuelo de que en Piñar “podemos llorar con un ojo”; por ahora. Y ahora todos querríamos la presencia de la Guardia Civil en nuestro pueblo, Guardia a la que denostamos continuamente pero que a la hora de la verdad echamos en falta, y más el amigo Julio, que es el que se traga todos los marrones cuando piensa la gente que él es la autoridad gubernativa, cuando el pobre manda poco o ná; ni en su casa, como todos los que estamos casados.