Gracias por lo de señorito, señor Tostá; y como no hay señorito que se precie sin su cortijo pertinente, yo pongo el mío en tus manos para que, dadas tus habilidades innatas como especulador nos forremos ambos, yo con los terreno, y tú con las jugosas comisiones que recibirás por tus maniobras especulativas. Eso sí, ni que decir tiene que se te abonará en dinero negro.
La verdad es que a tu lado, el "Pocero" de Seseña, queda a la altura del betún.
La verdad es que a tu lado, el "Pocero" de Seseña, queda a la altura del betún.