Por cierto, hay una cuestión que me hace mucha gracia, por paradójica y curiosa: la alineación de la iglesia con el poder en los distintos países, como en España con el régimen franquista, ha derivado en la alineación de la derecha con la iglesia, como consecuencia. De tal manera que, hoy en día, son las personas más conservadoras las más devotas de Cristo, hasta límites extremos como en el caso del Opus Dei. Y así, tenemos a la derecha adorando a Cristo, un agitador social y un revolucionario que ofreció a las masas populares la posibilidad de que el reino de los cielos fuera de los desfavorecidos. Menuda incongruencia. "Bienaventurados los pobres, porque ellos heredarán la tierra." Y el clero envuelto en oro y palacios, y los ricos rezando devotamente al Cristo de la Buena Muerte...