PIÑAR: La recuperación del aceite contenido en el orujo necesita...

La recuperación del aceite contenido en el orujo necesita técnicas basadas en la extracción con disolventes, para conseguir su extracción total y el posterior aprovechamiento del orujo extractado integral o separado en pulpa y hueso según el tipo de aplicaciones. El sistema de obtención de este aceite y las diferenciaciones reglamentarias establecidas, fueron las causas fundamentales que promovieron la creación de industrias extractoras de orujo de aceituna que se han responsabilizado hasta la actualidad de procesar el orujo producido en las almazaras, para obtener el denominado aceite de orujo de oliva crudo.

La primera transformación tecnológica que afectó al funcionamiento de las extractoras de orujo fue la producida en la década de los años 70, durante la cual, las almazaras fueron sustituyendo el sistema discontinuo de prensas por el continuo de centrifugación de tres fases o salidas; este nuevo sistema producía orujos con un mayor contenido de humedad y menor riqueza grasa. Los esfuerzos investigadores por técnicos españoles de la firma Fuentes Cardona, S. A. (Úbeda (Jaén), en la campaña oleícola 91-92 pusieron en el mercado un nuevo decantador centrífugo horizontal denominado de dos fases o salidas, que permitía efectuar la separación sólido-líquido en dos fracciones independientes: una rica en aceite con ligeras impurezas de los otros componentes y la otra constituida por la fracción sólida con el total del agua de vegetación de la aceituna procesada. Este moderno sistema producía, por tanto, un nuevo subproducto sólido, con diferentes características de humedad, composición, textura, y comportamiento que fue necesario estudiar para adoptar nuevos criterios en su aprovechamiento.

Las extractoras de orujo rechazan este tipo, en base al incremento de costes, por ello en las almazaras se comenzó a realizar una operación denominada "segunda centrifugación" que consistía en volver a centrifugar la masa sólida procedente de la primera. Esta operación tenía dos objetivos, primero obtener mayor cantidad de aceite de oliva virgen, con precio superior al que se obtuviera del orujo y además con derecho a la ayuda a la producción y segundo, obtener un orujo que en función de su grado de agotamiento se pudiera utilizar para extracción, o directamente para enriquecimiento orgánico del suelo, piensos o como combustible.