Dejándose de tonterías y sangrías, pienso que los del 15-M deberíamos tomarlo más en serio. Personalmento creo que será algo pasajero, porque el aparato de los partidos puede con todo, pero hay que reconocer que llevan toda la razón del mundo.
Dio la casualidad que, sin querer, me tropecé con la manifestación en Granada, donde estaba de visita. Cuando vi la organización (de dos pares de...), los mensajes, y la concurrencia, de todas las edades y pelajes, palabra que me emocioné un poco. Me recordó, con un poco de nostalgia, y aunque sirva solo como anécdota, aquel primer mitin de Santiago Carrillo en el Zaidín, en el ya demolido estadio Sánchez Herrera, donde nos congregamos comunistas de toda la provincia con el romanticismo que suponía aquel mitin en aquellas fechas (recién legalizado el PCE) y en el que los piñeros llevábamos un peazo banderón que no podíamos manejar por el aire. Creo que esa bandera debe estar todavía en ese medio bar que llaman "el partío".
Pues sí, esa manifestación del 15M me recordó aquellos momentos, y los mensajes que se ven y se oyen de las distintas asambleas de Indignados (Indignaos, en Graná) deben hacernos pensar en que esta sociedad necesita un cambio (que por supuesto no lo harán los políticos de turno) y que todos debemos arrimar el hombro en vez de perder el tiempo en discusiones estériles como las que salen por ahí más arriba y que a lo único que llevan es a enemistades gratuitas.
Aunque sea más repetido que la longaniza, intentemos buscar una solución tipo 15M al ponorama político, porque los que al fin y al cabo tenemos un puesto de trabajo en condiciones podemos llorar con un ojo, pero las generaciones de jóvenes que tienen el futuro más oscuro que la boca de un lobo se merecen un mañana mejor.
Dio la casualidad que, sin querer, me tropecé con la manifestación en Granada, donde estaba de visita. Cuando vi la organización (de dos pares de...), los mensajes, y la concurrencia, de todas las edades y pelajes, palabra que me emocioné un poco. Me recordó, con un poco de nostalgia, y aunque sirva solo como anécdota, aquel primer mitin de Santiago Carrillo en el Zaidín, en el ya demolido estadio Sánchez Herrera, donde nos congregamos comunistas de toda la provincia con el romanticismo que suponía aquel mitin en aquellas fechas (recién legalizado el PCE) y en el que los piñeros llevábamos un peazo banderón que no podíamos manejar por el aire. Creo que esa bandera debe estar todavía en ese medio bar que llaman "el partío".
Pues sí, esa manifestación del 15M me recordó aquellos momentos, y los mensajes que se ven y se oyen de las distintas asambleas de Indignados (Indignaos, en Graná) deben hacernos pensar en que esta sociedad necesita un cambio (que por supuesto no lo harán los políticos de turno) y que todos debemos arrimar el hombro en vez de perder el tiempo en discusiones estériles como las que salen por ahí más arriba y que a lo único que llevan es a enemistades gratuitas.
Aunque sea más repetido que la longaniza, intentemos buscar una solución tipo 15M al ponorama político, porque los que al fin y al cabo tenemos un puesto de trabajo en condiciones podemos llorar con un ojo, pero las generaciones de jóvenes que tienen el futuro más oscuro que la boca de un lobo se merecen un mañana mejor.