Carol cuando he leído la carta que dedicaste a tu padre no he podido dejar de emocionarme y casi los ojos se me han llenado de lagrimas, es una carta preciosa y sabes narrar los sentimientos como nadie, eres una hija maravillosa, Carol, ojala a mi me hubiese dado Dios una hija con los sentimientos como los tuyos, tu padre estaría muy orgulloso de sus hijas, Seguro.
Gracias por tu amistad porque eres maravillosa.
Gracias por tu amistad porque eres maravillosa.