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Poema; Embrujo Moruno
Nací en tu sombra, tierra andaluza, cerca del duende con el aroma de azahar donde me abrazan tus mares junto a mi corazón, amanecer de la Alhambra, sueños del poeta que el aire lleva sus canciones, que cantas al duende de mi alma.
Como noches esplendorosas con nardos entre rejas, como ruiseñores que cantan al amor con la poesía de la noche con el brillo de la luna y el verdor del olivar.
Misterioso embrujo moruno con dulce encanto que tiene el calor del fuego, que te vas con el frío de la emigración, huellas que dejan mi llanto junto al fuego que arde en mi alma.
Donde brota la poesía como Madre que florece cerca del río junto a mis recuerdos, paraíso que está en la orilla del mundo, que echas flores con ese aroma que me recuerdan a mi infancia.
Alhambra, reina mora que te cantan los pájaros y se abren las rosas jardinero de mi tierra, juntos aprendimos la alegría y la distancia.
Tristes rosas entre rejas, encerradas como el viento que recorre mi alma que viene en silencio, y cae con la lluvia, y riega el vacío de mis recuerdos.
Granada que lloras en silencio, que sigues siendo mora con tu embrujo, con el canto que desvela el embrujo de la luna, como el agua que envuelve tu hermosura.
Un abrazo
Nací en tu sombra, tierra andaluza, cerca del duende con el aroma de azahar donde me abrazan tus mares junto a mi corazón, amanecer de la Alhambra, sueños del poeta que el aire lleva sus canciones, que cantas al duende de mi alma.
Como noches esplendorosas con nardos entre rejas, como ruiseñores que cantan al amor con la poesía de la noche con el brillo de la luna y el verdor del olivar.
Misterioso embrujo moruno con dulce encanto que tiene el calor del fuego, que te vas con el frío de la emigración, huellas que dejan mi llanto junto al fuego que arde en mi alma.
Donde brota la poesía como Madre que florece cerca del río junto a mis recuerdos, paraíso que está en la orilla del mundo, que echas flores con ese aroma que me recuerdan a mi infancia.
Alhambra, reina mora que te cantan los pájaros y se abren las rosas jardinero de mi tierra, juntos aprendimos la alegría y la distancia.
Tristes rosas entre rejas, encerradas como el viento que recorre mi alma que viene en silencio, y cae con la lluvia, y riega el vacío de mis recuerdos.
Granada que lloras en silencio, que sigues siendo mora con tu embrujo, con el canto que desvela el embrujo de la luna, como el agua que envuelve tu hermosura.
Un abrazo