Ay Dios ¡
Pedro tu pena ahoga.
O es más correcto decir a las penas puñalás?
Cuando la jambre aprieta, o la gula hace presencia y se adueña; la voluntad, los principios, los sentimientos, los sollozos, todo se duerme, acunados por el arroyo manso que riega los confines altruistas de la mala conciencia.
Todo principio tiene un fin.
Tu fin ganó en superioridad a todo principio.
Tu gula marchó, dichosa, de la mano de la churrascada de la carne y de tu efímera conciencia..
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Pedro; veo que te gusta escribir. Desde mi humilde opinión lo hace muy bien, enganchan tus relatos.
Yo también gusto de ese placer. Me encanta escribir.
Ah, se te da mejor que buscar setas ¡
jajajjaaa- (para quitar seriedad al mensaje)
ana.
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