En nuestra
casa humilde, tus palabras oí
Que tuviese cuidado y no sufriese con las cosas de este mundo,
Que yo fuese un buen chico, que trabajase mucho,
Que al nombre de mi padre hiciese honor
y nunca fuese un vagabundo
Aun no era día, cuando tú me decías,
Dios te bendiga y guarde se mantenga en tu compañía
Yo te mire a los ojos, la mano te bese,
Te dije amen y en un abrazo te hice oír latir mi corazón
Vida mía, vida mía
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