al punto de mediodía.
Si me quieres esperar,
iremos en compañía.
— ¿Dónde montaré a mi bella,
dónde montaré a mi blanca?
25 —Y en las jancas del caballo
para mayor honra mía.
Y a la mitad del camino,
la niña se sonreía.
— ¿Por qué sonríes, mi bella?
30 ¿Por qué sonríes, mi blanca?
—Me rio de ti, cazador,
que las espuelas se te olvidan.
Mi padre fabrica el oro,
mi madre la plata fina
35 y un hermanito que tengo
se dedica a cacería.
—Abrir puertas y balcones,
ventanas y galerías.
Creí que traiá una novia
40 y traigo a una hermana mía.
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