Un hombre estaba parado a la orilla de la
carretera a medianoche haciendo autostop, a la vez que estaba cayendo una tremenda
tormenta.
Esto sucedió la madrugada de un 30 de Febrero.
Pasó un tiempo pero nadie se paraba para llevarlo. La tormenta era tan fuerte que apenas sí se alcanzaba a ver a unos 2 metros de distancia.
De repente, vio cómo un extraño
coche con las luces apagadas se acercaba lentamente y al final se detuvo frente a él. El hombre, sin dudarlo por lo precario de su situación,
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