¡Ay moscón, que bien te quedó ¡
¡Ayayayay ¡.. ¡... y a mí!
Si que estaba calenturienta la tarde
No son susurros ni murmullos
lo que trae envueto el aire
son olores con orgullos,
esencias, de hembra salvaje.
¡Niña, tapate esas sonrosadas carnes
expuestas en camisetita de tirantes ¡
¡Coño, qué aunque no importe lo que diga nadie,
yo vengo sufriendo sudores desde los cañaverales.
¡Ay niña a millares... Calenturienta está la tarde,
muy subidos los sudores en tan delicadas partes...!
¡Coño, y eso sí que te importa que lo sepa nadie ¡
jejejeje, maestro, cómo duelen ciertas partes...
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