A veces tu ausencia forma parte de mi mirada,
mis manos contienen la lejanía de las tuyas
y el
otoño es la única postura que mi frente puede tomar para pensar en ti.
A veces te descubro en el rostro que no tuviste y en la aparición que no merecías,
a veces es una
calle al
anochecer donde no habremos ya de volver a citarnos,
mientras el tiempo transcurre entre un movimiento de mi corazón y un movimiento de la
noche.
A veces tu ausencia aparece lentamente en mi sonrisa igual que una mancha
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