¿tienes una cafetería?

PURULLENA: Yo también canté en tonos menores....

Yo también canté en tonos menores.
Yo también padecí de esos dolores.
Yo también parecía cantar como un santo.
Yo también repetí en millones de cantos:

Te quiero, mi amor,
no me dejes solo.
No puedo estar sin tí
mira que yo lloro.