El Atlético de Madrid tuvo en su mano acabar, en teoría, con el baile de jugadores en esa tan deseada posición de mediocentro organizador. Corría la pretemporada de la 07-08 cuando el Atlético tuvo fichado a Juan Román Riquelme, uno de los últimos grandes 'cerebros' del fútbol internacional. El jugador llegó a estar junto al director deportivo del equipo, Jesús García Pitarch y Javier Aguirre, por entonces entrenador, en la casa madrileña del primero, para cerrar los detalles de la contratación. Con todo el asunto apalabrado, a falta de la firma del jugador, su contratación se echó hacia atrás, principalmente por las dudas de Aguirre. En ese momento existía un problema de fichas no comunitarias además de que el mexicano dudaba de su ubicación en un sistema con problemas defensivos y que ya contaba con Forlán, Kun, Reyes y Maxi arriba