En la Cuesta del Negro, un yacimiento largamente estudiado pero prácticamente abandonado hace dos décadas, hay restos de un recinto fortificado del Neolítico, con una necrópolis incluida, y del Bronce tardío. La iglesia parroquial de San Martín es de mediados el siglo XVI y conserva su artesonado mudéjar además de numerosos documentos desde la mitad del XVIII en el archivo parroquial.
Pero lo más curioso de visitar es sin duda su amplísimo barrio de viviendas-cueva, todas habitadas, con la peculiaridad urbanística de asomar sus blanqueadas chimeneas por entre la tierra roja del cerro.
Pero lo más curioso de visitar es sin duda su amplísimo barrio de viviendas-cueva, todas habitadas, con la peculiaridad urbanística de asomar sus blanqueadas chimeneas por entre la tierra roja del cerro.