En definitiva, Purullena es un pueblo «para vivir bien» según el párroco del pueblo, José Manuel Suárez. El cura ha observado cómo los vecinos son capaces de unirse para convertir los proyectos en éxitos y mantenerse fieles a su tierra porque la «gente se agarra a la arcilla». El mejor resumen de las fiestas lo da junto al párroco Jorge García con una sola palabra: «genial».