No sé cómo decirte que aún me late
un corazón prestado, que aún me queda
un pantano en los ojos que no atino
nunca a deletrearlo;
y es que lleva
las mismas iniciales de un incendio
que habité mucho tiempo cuando aún eran
un deambular de nubes los arroyos.
De ayer tengo en los dedos
un cereal de escarcha
y un adverbio de modo que hace tiempo
cree poco en razones:
canto, sólo.
un corazón prestado, que aún me queda
un pantano en los ojos que no atino
nunca a deletrearlo;
y es que lleva
las mismas iniciales de un incendio
que habité mucho tiempo cuando aún eran
un deambular de nubes los arroyos.
De ayer tengo en los dedos
un cereal de escarcha
y un adverbio de modo que hace tiempo
cree poco en razones:
canto, sólo.