bueno bellisimas y amables señoras, con permiso de vuestra merced, este pobre servidor se despide de tan grata compañía, hasta horas mas tardes, donde un hidalgo caballero volvera a entrar en esta pedanía, donde espero me den alojamiento entre su palabras, y pueda continuar con tan agradable compañia, adios pongo por testigo que si no entrare me imponga dicho castigo, el cual versaria en, plancharles las ropas, hacer las camas y servirles todos los dias, la comida en la mesa, que este humilde servidor se despide las señoras condesas.