Dejaos de pollas vayamos a pollas
Los granadinos y jienenses, tan proclives a quedarnos en casa cuando está lloviendo, tan apáticos para no salir a protestar por el retraso de nuestras autovías, tan poco dados a defender el patrimonio que han dejado nuestros antepasados, ahora más que nunca deberíamos de mostrar los dientes a aquellos que tratan de quitarnos algo que nos pertenece desde hace siglos. Me refiero a esa iniciativa de quitar la ‘ll’ del abecedario. No sé si ustedes lo saben, pero si no, yo se lo cuento. Resulta que dentro de unos días se reúnen en Guadalajara (la mejicana) las veintidós academias de la lengua española y plantearán que la ‘ll’ deje de ser considerada letra del abecedario. Así, que si no lo remediamos, la nueva edición de la Ortografía de la Lengua Española no tendrá esa letra. Por ese motivo ha llegado la hora de rebelarnos contra tan tamaña injusticia. Nos quieren privar a los granadinos y jienenses (ya acostumbrados a que nos quiten todo menos la malafollá y el ronquío) de esa letra que está insertada en una palabra tan nuestra y tan pegada a nuestro carácter: polla. Si quitan la ‘ll’ del abecedario, ¿cómo pollas vamos a decir esa palabra que tenemos siempre en la boca? (me refiero a la palabra, como es lógico).
Los granadinos y jienenses, tan proclives a quedarnos en casa cuando está lloviendo, tan apáticos para no salir a protestar por el retraso de nuestras autovías, tan poco dados a defender el patrimonio que han dejado nuestros antepasados, ahora más que nunca deberíamos de mostrar los dientes a aquellos que tratan de quitarnos algo que nos pertenece desde hace siglos. Me refiero a esa iniciativa de quitar la ‘ll’ del abecedario. No sé si ustedes lo saben, pero si no, yo se lo cuento. Resulta que dentro de unos días se reúnen en Guadalajara (la mejicana) las veintidós academias de la lengua española y plantearán que la ‘ll’ deje de ser considerada letra del abecedario. Así, que si no lo remediamos, la nueva edición de la Ortografía de la Lengua Española no tendrá esa letra. Por ese motivo ha llegado la hora de rebelarnos contra tan tamaña injusticia. Nos quieren privar a los granadinos y jienenses (ya acostumbrados a que nos quiten todo menos la malafollá y el ronquío) de esa letra que está insertada en una palabra tan nuestra y tan pegada a nuestro carácter: polla. Si quitan la ‘ll’ del abecedario, ¿cómo pollas vamos a decir esa palabra que tenemos siempre en la boca? (me refiero a la palabra, como es lógico).