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PURULLENA: a quién si no ibamos a fustigar?

Para mis amigas

Una mujer estaba sentada en un sofá, tomando té helado con su Madre. Mientras hablaban de la vida, el matrimonio, de las responsabilidades y de las obligaciones de la edad adulta, la madre hizo sonar los cubos de hielo en su vaso fuertemente y luego miro fijamente a su hija.
'Nunca te olvides de tus amigas' le advirtió, dando vueltas a las hojas de té en el fondo de su vaso.

'Ellas se volverán cada vez más importantes con el paso del tiempo. No importa cuánto ames a tu esposo, no importa cuánto ames a los hijos que tengas, vas a necesitarlas.
Recuerda salir con ellas siempre, hacer cosas con ellas siempre. Recuerda que cuando hablo de tus amigas me refiero a TODAS las mujeres... tus amigas, tus hijas, y todas las otras mujeres que estén ligadas a ti. Las vas a necesitar. Las mujeres siempre las necesitamos.'

Ella escuchó a su madre. Mantuvo contacto con sus amigas y cada vez tuvo más amigas con el paso de los años.
Conforme estos fueron pasando, uno tras otro, ella fue entendiendo, gradualmente, a lo que su Madre se refería.
Conforme el tiempo y la naturaleza presentan sus cambios y sus misterios en la vida de una mujer, tus verdaderas amigas siempre permanecen.

Después de mis 40 años de vivir en este mundo, esto es lo que he aprendido:
El tiempo pasa.
La vida ocurre.
Las distancias separan.
Los hijos crecen.
Los trabajos van y vienen.
La pasión disminuye.
Los hombres no siempre hacen lo que se supone que deberían hacer.
El corazón se rompe.
Los padres mueren.
Los colegas olvidan los favores recibidos.
Las carreras o profesiones llegan a su fin.

PERO... Tus amigas siempre están ahí, no importa cuánto tiempo y cuantos kilómetros haya entre ustedes.
Una amiga nunca está demasiado lejos para llegar a ella cuando la necesitas.

Cuando tienes que caminar por un valle solitario y tengas que hacerlo por ti misma, las mujeres de tu vida, estarán alrededor del valle, alentándote, orando por ti, empujándote, interviniendo por ti, y esperándote con los brazos abiertos al final del camino.
Algunas veces, incluso romperán las reglas y caminarán a tu lado... o vendrán y te llevaran cargada.
Amigas, hijas, abuelas, madres, hermanas, suegras, nueras, cuñadas nietas, tías, primas, sobrinas: ¡son una bendición en la vida!
Cada día, seguimos necesitándolas.

Pásale este mensaje a todas las mujeres que contribuyen a darle significado a tu vida. Yo acabo de hacerlo.

¡Os quieros amigas!

precioso mensaje... la verdad es que las mujeres nos entendemos mejor, pero los hombres... tampoco stan mal, digo. un besazo.

a quién si no ibamos a fustigar?
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Eso digo yo!