BELERDA
Olivo, noble y altivo,
de sólo dieciseis ramas.
Te van talando de prisa
y aún no duerme la savia.
¿Qué pasará si otro invierno
hiela las brotes tempranas...?
¡Qué lenta baja la acequia,
en dulce soñar de arpa,
y como arropa la arena
el tierno canto del agua...!
Siento pena por ti, olivo;
yo, polen de cinco rapas,
-todas ellas de dos brazos,
pero de distintas ramas -
siento tristeza al mirar,
bañado el tronco en sus lágrimas,
que empieza a escucharse lejos
la dulce canción del agua...
El viento pasa silvando
sin rozar tu copa ancha...
Olivo, noble y altivo,
de sólo dieciseis ramas.
Te van talando de prisa
y aún no duerme la savia.
¿Qué pasará si otro invierno
hiela las brotes tempranas...?
¡Qué lenta baja la acequia,
en dulce soñar de arpa,
y como arropa la arena
el tierno canto del agua...!
Siento pena por ti, olivo;
yo, polen de cinco rapas,
-todas ellas de dos brazos,
pero de distintas ramas -
siento tristeza al mirar,
bañado el tronco en sus lágrimas,
que empieza a escucharse lejos
la dulce canción del agua...
El viento pasa silvando
sin rozar tu copa ancha...