El pueblo que no perdona, si es mejor que su clase dirigente, siempre tiene la posibilidad de meterse en las filas de los políticos y desbancarlos. Es simple cuestión de número. Lo que pasa es que casi todos pensamos que es mejor casi siempre dejar hacer a los otros y nosotros, desde la barrera, criticar. ¿Quien quiere ser presidente de su comunidad de propietarios? Que sean otros...