PURULLENA: Qué tiempo tan feliz que nunca olvidaré...

Qué tiempo tan feliz que nunca olvidaré
de aquel cantar alegre del ayer.
Con nuestra juventud tan llena de inquietud
tuvimos fe y ansias de vencer.
Viene a mis recuerdos la taberna
y los compañeros del ayer,
donde fuimos todos tan felices
hablando del futuro por hacer.
Pero encadenados a la vida
pudimos conocer la realidad.
A veces nos veíamos de nuevo,
volviendo con nostalgia a recordar.
Hoy cuando pasé por la taberna
nada parecía igual que ayer.
Vi un reflejo extraño en los cristales,
mi cara no logré reconocer.
Escuché una risa conocida,
alguien me llamaba y respondí,
nuestros corazones no olvidaron
los sueños de la alegre juventud.