Como en el caso del Marqués de Purullena, el amor es un motor para los asesinatos más intensos y llenos de odio.
Y uno de ellos tuvo como escenario la Iglesia del Carmen de Sanlúcar de Barrameda.
María Luisa de Tassara, de 18 años de edad, vivía con su familia desde hacía una década en la localidad, donde el padre, Luis, ejercía la abogacía.
En la iglesia, que entonces formaba parte del convento de los Carmelitas descalzos, residía el fraile Pablo de San Benito, un chico joven que estaba locamente enamorado de María Luisa desde hacía un tiempo, algo que la madre, Juana, consideraba indigno.
Y uno de ellos tuvo como escenario la Iglesia del Carmen de Sanlúcar de Barrameda.
María Luisa de Tassara, de 18 años de edad, vivía con su familia desde hacía una década en la localidad, donde el padre, Luis, ejercía la abogacía.
En la iglesia, que entonces formaba parte del convento de los Carmelitas descalzos, residía el fraile Pablo de San Benito, un chico joven que estaba locamente enamorado de María Luisa desde hacía un tiempo, algo que la madre, Juana, consideraba indigno.