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PURULLENA: Mi mujer me enseñó un día que el amor viene en el viento...

Mi mujer me enseñó un día que el amor viene en el viento
Y el viento trajo el murmullo calladito de su acento
Y fui comprendiendo solo que su vientre era modelo
Que en su vientre los rosales florecerán con el tiempo.

Y me dijo sin decir que no hay que hablar para saberlo
Que los ojos dicen más que mil palabras al viento
Y sus pies al caminar me llevaron al sendero
De azucenas y jazmines yo se los prendí en el pelo.

Y el viento trajo el murmullo calladito de su acento
Y el viento trajo el aroma que destilaba su cuerpo
Y el viento fue el compañero cuando se encontraba lejos
Y me di cuenta que tanto conocíamos el silencio.

Y sola, la soledad, se marchó sola sabiendo que tenía yo compañía
Todo aquel y tu recuerdo, mi mujer volvió sonriendo
Yo sentadito en el viento, la esperé y entre mis brazos
La bañé con estos versos, y entre versos y entre besos.
Nos fugamos en el viento.

Y sola la soledad se marchó sola sabiendo que tenía yo compañía
Todo aquel y tu recuerdo, mi mujer volvió sonriendo
Yo sentadito en el viento, la esperé y entre mis brazos
La bañé con estos versos y entre versos y entre besos,
Nos fugamos en el viento