Luz ahora 0,12714 €/kWh
Letra y música: Pedro Gordillo
Producido y dirigido: Pedro Gordillo
Arreglos musicales: Enrique David
Mezclas y masterización: Enrique David
Letra:
En la falda norte de Sierra Nevada,
en la altiplanicie de tierra accitana,
se levanta altivo en suelo de arcilla
un vegel de sueños que dos ríos bañan.
Tierra hospitalaria de gente sencilla
que al viajero acoge si busca la paz,
y en su gesto noble se codea con la dicha
de alcanzar la inmensa gloria
del sueño perpetuo de prosperidad.
Villa Real de Purullena
sus calles son caminos
de vida y pasíon.
Villa Real de Purullena
su gente es armonía
que infunde la razón.
Y cuando mira hacia el cielo
con rezos fervorosos
de fiel devoción,
El Cristo de los Milagros
bendice a su pueblo
con su protección.
Sinfonía eterna bien plicromada
de colores vivos que arradia la aurora
en bellas vasijas que marcan la historia
de azul cobalto que el cielo atesora.
Son tus casas cuevas un barrio de ensueño
con aromas dulces a melocotón,
un lugar de encanto, sortilegio de misterio,
paraíso encantado
que bañan sublimes los rayos del sol.
Villa Real de Purullena
sus calles son caminos
de vida y pasíon.
Villa Real de Purullena
su gente es armonía
que infunde la razón.
Y cuando mira hacia el cielo
con rezos fervorosos
de fiel devoción,
El Cristo de los Milagros
bendice a su pueblo
con su protección.
Producido y dirigido: Pedro Gordillo
Arreglos musicales: Enrique David
Mezclas y masterización: Enrique David
Letra:
En la falda norte de Sierra Nevada,
en la altiplanicie de tierra accitana,
se levanta altivo en suelo de arcilla
un vegel de sueños que dos ríos bañan.
Tierra hospitalaria de gente sencilla
que al viajero acoge si busca la paz,
y en su gesto noble se codea con la dicha
de alcanzar la inmensa gloria
del sueño perpetuo de prosperidad.
Villa Real de Purullena
sus calles son caminos
de vida y pasíon.
Villa Real de Purullena
su gente es armonía
que infunde la razón.
Y cuando mira hacia el cielo
con rezos fervorosos
de fiel devoción,
El Cristo de los Milagros
bendice a su pueblo
con su protección.
Sinfonía eterna bien plicromada
de colores vivos que arradia la aurora
en bellas vasijas que marcan la historia
de azul cobalto que el cielo atesora.
Son tus casas cuevas un barrio de ensueño
con aromas dulces a melocotón,
un lugar de encanto, sortilegio de misterio,
paraíso encantado
que bañan sublimes los rayos del sol.
Villa Real de Purullena
sus calles son caminos
de vida y pasíon.
Villa Real de Purullena
su gente es armonía
que infunde la razón.
Y cuando mira hacia el cielo
con rezos fervorosos
de fiel devoción,
El Cristo de los Milagros
bendice a su pueblo
con su protección.