Ana y Lola mi marido les envia un abrazo, y les invita a nuestra casa. Vengan, sólo hay que cruzar el òceano.
cuando Lola acabe con la ropa y yo de falar con voces, marchamos las dos para Marilia, en solo un momento estremos llamando a tu puerta amiga ¡
si en un periquete estamos ahi prepara postre para nosotras tambien