Yo tengo un buen amigo, se llama Vicente y el pobre chaval lo estaban pasando mal, en cierta ocasión me dijo: enrique, los amaigos son como las estrellas, aunque no los veas, sabes que siempre están ahí; me hizo llorar, jamás olvidaré esa frase, porque es la verdad ¡y porque me lo dijeron de verdad ¡la amistad multiplica nuestras alegrias y nos ayuda en las penas ¡