RELATOS MÍTICOS: El viejo de 98 años.
Cuando lo conocí, apenas tenía 60 años, era apenas un joven abuelo que me cargaba en el patio de aquella vieja casa, en aquel pueblo olvidado y sosegado, donde llegadas las seis de la tarde, todo quedaba oscuro y las gallinas se subían a los palos.
Era un viejo chistoso, uno que inventaba y contaba historias de miedo, bajo la luz de la candela, mientras mi papá se reía sabiendo que parte de aquellos relatos, eran mentiras para asustar a un niño.
El abuelo ... (ver texto completo)
Cuando lo conocí, apenas tenía 60 años, era apenas un joven abuelo que me cargaba en el patio de aquella vieja casa, en aquel pueblo olvidado y sosegado, donde llegadas las seis de la tarde, todo quedaba oscuro y las gallinas se subían a los palos.
Era un viejo chistoso, uno que inventaba y contaba historias de miedo, bajo la luz de la candela, mientras mi papá se reía sabiendo que parte de aquellos relatos, eran mentiras para asustar a un niño.
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