Efectivamente es el célebre Coques, el que le dirigió el aparcamiento a un vialante entre el Tunel y la Iglesia, le d
ecia: Tire, tire, tire, hasta que topó con la Iglesia, y entonces le agregó "Ya Pauqe"
ecia: Tire, tire, tire, hasta que topó con la Iglesia, y entonces le agregó "Ya Pauqe"