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SALAR: Pues si, tu amigo sería Pepillo el hijo de la Sacristana,...

Gracias Antonio, por tu propuesta. Pero mi aspiración no es que me nombren cronista, ni nada parecido, me conformo con que me den las mismas facilidades para acceder al Archivo de Salar, que en otros sitios. Creo que mi próxima publicación levantará algunas ampollas en ciertos sectores, pero la Historia esta ahí, sirve para recordarla, para subsanar viejos errores y para trasladar sus enseñanzas al presente para vislumbrar un futuro mejor. Un saludo.
Ah, has leído el articulo sobre los hermanos Quero el día 19 de Junio en Ideal, hoy 22, aparece una carta escrita por un historiador amigo, Salvador Raya, de Alhama, que responde a la visión idílica de la gente de la sierra que últimamente nos están haciendo ver. Un saludo.

José, no se el perque no te dejan estudiar en el archivo del Ayuntamiento; debe haber cosas muy sustanciosas, en tiempos que yo recuerde, hacian y desacian verdaderas injusticias. Recuerdo una vez que en un pleno Machuca presentó para su aprobación una factura de compra de un crucifijo, y mi Padre, como era Concejal, le dijo, si ya está comprado, para que lo vamos a probar, los dineros del pósito los repartian injustamente. En otra ocasión Machuca presentó un recibo de pago de teléfonos, en la que habia varias llamadas a Madrid con importe elevado, a lo que mi Padre indagó de quien era el autor de las llamadas y resultó que era una hija de la Comadrona en busca de Machuca en el Hotel de Madrid para que le comprara un ajedres.- al entrar mi Padre de Concejal, celebraban las sesiones sin asistencia de concejales, y les mandaban con el León a sus casas el Libro de actas para que lo firmaran y mi Padre le dijo al León, "Dile al Alcalde que yo no firmo un libro a cuya sesión no asista" Hubo una inspección de un Delegado Gubernativo, que vió las ilegalidades,, y an dia siguiente se recibió un oficio en el Ayntamiento, cesando al Alcalde y a todos los Concejales, menos al Concejal Sr. García-Galán.- Referente al artículo de Los Queros si lo leí, pero no explicaba bien lo que pasó, sobre todo cuando perseguido un Quero y El Palomita, que al atravesar por la Plaza del Carmen, una ráfaga de la policia, alcanzó al Palomita, el Quero logró seguir, pero una bala alcanzó a un pintor que estaba pintando la fachada de Paños Ramos y falleció. Se conocen muchas historias de los Makis.-

Sr. Antonio García Galán y Pérez: Vengo siguiendo los escritos suyos, y los del resto de participantes en esta página, y me siento un poco perdido porque no conozco a ninguno de Vds; pero, al mismo tiempo, complacido. Es que yo viví en El Salar (antes Salar de Loja), desde los 3 años de edad hasta los 11... O sea, que fué ahí donde dí mis primeros pasos, y es de ahí de donde guardo entrañables recuerdos. Otro día, si procede, le diré quiénes fueron mis padres, y algún que otro comentario de mis andanzas. De Vd. tengo la sensación de que es como un libro abierto o un baúl lleno de memorias y de fechas dignas de ser escritas para la posteridad. A ver, a ver si le damos pié para que lo llegue a realizar. Yo tengo ya 79 años (más o menos los que Vd.), y tal vez pudimos llegar hasta haber sido amigos. Mi memoria no es tan fresca como la suya, y por eso me gustaría que me la refrescara cuando le vuelva a saludar y le haga algunas preguntas. Por hoy, nada más. Un saludo, y que Dios le bendiga.

Francisco, me he alegrado mucho de tener por este medio noticias de ti, creo que de mayores no nos conocimos, yo tengo ahora 87 años, y en el año 1.943 ingresé voluntario en el Ejercita del Aire, tu serias entonces muy niño, los que si pudiste conocer es a mis hermanos Fito y Pepe de la Botica, yo frecuentaba el Cuartel por ser amigo de Paco el de los Civiles y su hermana Teresita, hijos de Barbero, tambien conocí a Perez, el que siendo ya Teniente, murió atropellado por un taxi; igualmente conocia a un hijo de Pedraza, con el que jugaba al futbol frente al Cuartel.- Tu puedes hacerme las preguntas de lo que desees saber o conocer, que si está en mi poder te informaré.- Que sigas bien y te envio un abrazo.-

Bueno, Antonio, ya veo que has adivinado (¿por mi apellido, tal vez?) que mi padre fue el entonces Comandante de Puesto del Cuartes de la G. C., del Salar, Francisco Palmero León, q. e. p. d.. Así es. Lo digo, porque has mencionado a los Guardias Civiles con los que tuvimos relación, y que eran muy bromistas con nosotros, los traviesos hijos del Jefe Palmero. En l. 943 yo tenía ya 10 años, y fué al siguiente año cuando nos marchamos a Illora. Nuestra diferencia de edad no permitió que tuviéramos amistad o trato. De tus hermanos no me acuerdo, como tampoco me acuerdo de los nombres de casi nadie. De la única persona que más me acuerdo, es de Pepillo el nieto del Sacristán. Los dos fuimos monaguillos de D. Francisco, el Cura Párroco... ¡qué tiempos aquéllos! A Pepillo lo volví a ver en Barcelona hace bastantes años, y después no he vuelto a saber nada de él. Claro, el encuentro no fue por casualidad: fué a través de un salareño que atendí en el Hospital de S. J. de Dios de Barcelona, cuando yo trabajaba allí en el equipo de Anestesia. El reencuentro con él, por mi parte, fué muy emotivo; no sé por que razón, él permaneció más indiferente. Lo cierto es que este amigo sigue vivo en mi memoria muy gratamente. Sabes de quién te estoy hablando, ¿no? Si es así, ¿me puedes decir algo de él? ¿Ha sido uno de aquéllos que, tras jubilarse, dejó Cataluña para volver a su pueblos, el Salar? Gracias. Ya continuaremos. Un abrazo.

Francisco, buenas tardes, me heces referencia a un Pepillo nieto del Sacristán, yo quiero recordar que en Salar existían dos Pepillos, uno hijo de Pedro, hijo del Sacristan, que se casó con la Pelucha, estos son los que se fueron a Barcelona, y otro que le decían Pepillo el de la Sacristana, éste se casó con una hija del Caminero, y en Salar se dedicaba a electricista, de forma que el que tu refieres es el primero. Yo perdí la pista de ambos. solo se que la mujer del Sacristan, madre de Pedro, en los primeros dias de la guerra, como entraban en Salar unos y otros, les decís,! Arriba España coño, que soy la mujer del Sacristán.-Si tu te acuerdas de algo, me lo indicas, y si yo puedo te aclararé lo que sepa.-Me agrada comunicarme contigo. Un abrazo.-

Por lo que me dices, Antonio, va a resultar que el Pepillo, colega mio de monaguillo, no es el que se vino a Barcelona; sino, casi seguro, el que se casó con la hija del Caminero y que se dedicaba en el Salar a hacer de electricista. ¿Razones? La primera, que su madre era HIJA del Sacristán. De eso sí que me acuerdo. La segunda, la reacción poco efusiva que tuvo conmigo el Pepillo que, como te comenté, me reencontré con él aquí en Barcelona y que, por esa causa, se me quitaron las ganas de volverle a buscar. Ahora entiendo por qué pudo ser que no manifestara la reacción efusiva que es normal, cuando dos viejos amigos de la infancia se vuelven a ver al cabo de largos años. Seguro que dicho Pepillo me conocía, dado que yo frecuentaba la casa de mi amigo (que también era la de todos ellos; era una casa, cuyo patio o corral comunicaba por el fondo con el cementerio viejo, al que accedíamos con frecuencia entre miedosos y respetuosos). Me conocería, lógico; pero nada más. Por cierto, creo que era algo mayor que mi amigo, y quiero recordar que, por aquél entonces, tuvo no sé qué problema de salud preocupante por el que salía poco a la calle y estaba baastante delgado. Bueno, ya lo sabes, Antonio: dame, si puedes, alguna pista para saber algo o cómo poderme comunicar con Pepillo el elctricista, casado con la hija del caminero del Salar y, a su vez, hijo de la HIJA del famoso Sacristán de la Iglesia en nuestra infancia. ¡Ojalá que viva! ¡Y seguro que, si nos reencontásemos de nuevo, su reacción no será la misma que tuvo conmigo el otro Pepillo, su primo!. Gracias. Ya seguiremos. Un abrazo.

Pues si, tu amigo sería Pepillo el hijo de la Sacristana, trataré de localizarlo, si es que aun vive, y aclarar con él tu relación. Pero el que mejor te informará es que por este medio te pongas en contacto con José Montero Corpas, que tambien escribe la historia de Salar, y seguro que gustósamente te atiende y es buen amigo.-