Hola, soy una de tantas salereñas que en su día tuvo que abandonar su
pueblo, su querido pueblo, en busca de unos horizontes mayores. Es verdad que es un pueblo muy pequeño y que apenas hay vida para la
juventud, pero ese "corazón" que tienen los salereños, no se encuentra en muchos sitios, y lo digo yo, que por mi profesión he viajado bastante y he conocido a muchísima gente. Circunstancias de la vida han hecho que no vaya por mi pueblo tanto como a mi me hubiera gustado, pues es alli donde tengo
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