Asi, entre aclamaciones
De júbilo y regocijo
De plegarias y oraciones,
Vas en medio de tus hijos,
Pero antes de colocarte, en tu hermoso camarin, ante tu
pueblo han de pararte,
Porque le quieres bendecir.
El momento es de emocion, pues te aclaman con delirio
Dando vivas de corazon
A su
Virgen del Martirio.