Los primeros pobladores del Llano de
Zafarraya, se remontan al Paleolítico Medio, cuando el hombre habitaba las
cuevas del Boquete, aunque el primer asentamiento del que se tiene constancia data de la época Visigoda (siglo VI) a través de los yacimientos encontrados en el actual núcleo urbano de
Ventas de Zafarraya.
Históricamente éste Llano ha sido conocido como Dehesa de Zafarraya, que, hasta la Reconquista cristiana fue administrado por la población de Zalia. Una vez que ésta población fue ocupada por los cristianos y no repoblada, los municipios de
Alhama de Granada y Vélez
Málaga se disputaron durante siglos las tierras del Llano por su riqueza ganadera dedicada exclusivamente al pastoreo.
<<La dehesa de Zafarraya era la más importante de las disfrutadas por el Cabildo veleño debido a su riqueza forestal y a los múltiples aprovechamientos que permitía, y por lo tanto fue la más duramente defendida ante el avance roturador que caracterizó los últimos años del siglo XVIII. La titularidad de la misma sufrió distintos avatares en la época moderna hasta acabar siendo propiedad mancomunada de las ciudades de Vélez-Málaga y Alhama. En esta centuria seguirían produciéndose continuos problemas con Alhama por cuestiones relacionadas con competencias de jurisdicción: denuncias de
ganado, reconocimiento de mojones, etc., siempre elevadas a tribunales superiores. Su principal aprovechamiento fue el arrendamiento anual de su bellota para el alimento del ganado, mediante un remate celebrado alternativamente en cada una de las dos ciudades. Un sistema que comenzó a decaer iniciado el siglo y que fue solventándose con la división del
campo en distintas zonas, susceptibles de ser arrendadas por ganaderos de menor importancia. Sin embargo las roturaciones ilegales redujeron poco a poco el espacio disponible para las reses, ya de por sí menguado por las continuas cortas de
árboles para el Real Servicio, pues fue considerado como "
montes de Marina" y como tal quedó bajo la competencia del Comisario de Marina.>>(PEZZI CRISTÓBAL, Pilar, VILLAS TINOCO, Siro (U. de Málaga)LA DEHESA DE ZAFARRAYA EN EL SIGLO XVIII: PROPIEDAD COMPARTIDA Y APROVECHAMIENTOS MÚLTIPLES)
El núcleo de Ventas de Zafarraya comienza como una venta en el Boquete, junto al
Camino Real Málaga-Granada, esta población pertenecía a la provincia de Málaga hasta la caprichosa e interesada demarcación provincial que en 1833 hizo Javier de
Burgos. En 1835, superando la población de 100 vecinos se inicia la segregación del núcleo de Calar del Rey, al que pertenecían. Al nombre del
pueblo se le acortó la palabra Llano para que no fuera muy largo, ya que el nombre completo sería Ventas del Llano de Zafarraya (topónimo de origen árabe "Manzil Fahs Rayya"), los otros núcleos de población en esa fecha eran
El Almendral,
Pilas de Algaida y Calar del Rey (actualmente Zafarraya).
El 25 de diciembre de 1884 se produce un terremoto afectando gravemente a las provincias de Granada y Málaga. La catástrofe fue de tal magnitud que en Ventas de Zafarraya se registraron un total de 74 muertos. La reconstrucción del pueblo se hizo casi íntegramente con dinero procedente de la entonces colonia española de
Cuba, por lo que en años sucesivos el pueblo pasó a llamarse Nueva Habana.
En agosto de 1922 llega el ferrocarril a Ventas. La Compañía de Ferrocarriles Suburbanos de Málaga proyecta unir Málaga con Granada, pasando por Vélez y Alhama, haciéndose realidad el proyecto sólo hasta Ventas de Zafarraya. Se trataba de un ferrocarril alpino de cremallera, ya que alcanzaba la cota de 1000 metros de altitud sobre el nivel del
mar al enfilar el Boquete, incluso se construyó un "
hotel de turismo" a pie de la
estación, dándole un gran impulso económico al pueblo. A finales de los años 50, con la mejora de las comunicaciones por
carretera, la línea perdió rentabilidad, cesando totalmente los servicios ferroviarios el 12 de mayo de 1960.
En los últimos años de la dictadura vendieron el
ayuntamiento, fusionándolo con el de Alhama, comenzaba así un largo periodo de decadencia y abandono del pueblo que duraría hasta bien entrada la década de los 90.
Actualmente, la Villa experimenta un crecimiento poblacional notable gracias a su estratégica ubicación entre el Poniente Granadino y la Axarquía Malagueña y a la fertilidad de sus tierras, con cultivos de
hortalizas fuera de temporada.