Salen poetas de debajo de las piedras. Ese hombre cometió un error. Error grave, pero error. Se le puede criticar por eso, es justo. También es cierto que intentó rectificar y se puso del lado de su pueblo para que el Ayuntamiento volviera. ¿No es bastante echarle en cara que no tuviese el acierto de mantener el Ayuntamiento durante su mandato de alcalde? ¿No había también otros concejales en 1975? ¿Toda la culpa, que la tuvo, sí, fue suya? ¿Supimos reaccionar el resto de los venteños o nos encogimos de hombros? Bueno es reflexionar y saber que sólo Alá es perfecto, ni siquiera su Profeta, Mahoma, lo es. Lo que no es admisible es decir que vendió el Ayuntamiento, eso es difamar, ofender y escandalizar. Pero, reflexionemos una vez más: ¿Quién le "compró" el Ayuntamiento? ¿Cuánto le pagó? ¿Cómo recibió el dinero? Por favor, que nos os veáis ninguno en esta situación. Tampoco es bueno mezclar la vida política con los asuntos particulares. Quizás ahí, alguna familia tenga legítimo derecho para sentirse dolida, pero es un tema privado entre estas personas.