Hooola, como observo que no saludáis, os contaré pequeñas historias vuestras. Me fueron transmitidas por mis antepasados, en esas
noches de
invierno donde el frío nos unía junto a una
chimenea. Eran unos años difíciles aquellos de mediados del siglo pasado. Habréis observado quién soy…LA MOTRILEñA.
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Cuentan que había una hundiera donde la tierra era engullida. Los dueños del cortijo próximo, visitaron a un sabio para que les dijera si corrían peligro, pues tenían miedo por los hijos. Este,
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