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Te confirmo, Almudena, la leyenda que cuentas. Efectivamente, entre las muchas leyendas que se contaban de Zagra, estaba la leyenda de la Encantada.
Se nos decía que en el Tajo, en una zona recóndita, en una oquedad entre la enorme roca que lo compone, habitaba una mujer encantada que vivía allí desde muy antiguo, quizá de tiempos de los moros. Se trataba de una mujer extremadamente delgada, que únicamente salía de su escondite en la noche de San Juan. Su recorrido era desde el Tajo hasta la Fuente Fría, el motivo que la hacía salir de su habitáculo era el poder recoger una jarra de agua que habría de servirle para su consumo durante todo el año. Si alguien se la encontraba y la miraba de frente, quedaría hechizado como ella. ¿A que es bonita la leyenda?
Yo llegué a verla en una ocasión cuando era niño, Iba envuelta en un sudario de seda blanca. No la olvidaré jamás. Es el ser más delicado que se puede uno imaginar.
Un saludo.
Se nos decía que en el Tajo, en una zona recóndita, en una oquedad entre la enorme roca que lo compone, habitaba una mujer encantada que vivía allí desde muy antiguo, quizá de tiempos de los moros. Se trataba de una mujer extremadamente delgada, que únicamente salía de su escondite en la noche de San Juan. Su recorrido era desde el Tajo hasta la Fuente Fría, el motivo que la hacía salir de su habitáculo era el poder recoger una jarra de agua que habría de servirle para su consumo durante todo el año. Si alguien se la encontraba y la miraba de frente, quedaría hechizado como ella. ¿A que es bonita la leyenda?
Yo llegué a verla en una ocasión cuando era niño, Iba envuelta en un sudario de seda blanca. No la olvidaré jamás. Es el ser más delicado que se puede uno imaginar.
Un saludo.