Como comentaba hace unas fechas, ha ocurrido lo que era previsible. Se ha constituido la nueva corporación, y estas son las horas en que no se sabe nada sobre posible división del poder en parcelas, es decir en concejalías. ¿Cómo es posible que esto sea así?. La vida política de Zagra se ha convertido en una partida de cartas, donde nadie quiere descubrir las que lleva.
Al parecer ha habido un intento por parte del alcalde de atraer a "su cubil" a los dos jóvenes concejales del PP, preguntándoles qué concejalía quieren. Y éstos conscientes de que su electorado no quiere cuentas con el "gestor" municipal, creo que acertadamente, han dicho que nones. Saben que su labor en esta legislatura es ejercer de oposición, y ahí tienen mucho trabajo por desarrollar.
De modo que volvemos a donde nos quedamos, el pirómano con una manguera en la mano, pidiendo que alguien le ayude a sostenerla. El problema es que muchos son los que piensan que la manguera no lleva agua, y que el primero que se le ocurra cogerla, se quema. Éste es el mísero y triste crédito que le queda a este hombre. Nadie fuera de "su" partido se fía de él.
De modo que le queda una travesía de cuatro años más solo que la una, soledad que se ha ganado por méritos propios.
La rendición de cuentas es el primer envite que se le presenta, y para superarlo decentemente tendrán que hacer, tanto él como la secretaría, un ejercicio de contrición, y presentar a los dos grupos de la oposición, con tiempo y en forma, unas cuentas claras y transparentes.
La labor de la oposición será desmenuzarlas y preguntar cuántas dudas tengan, antes de dar el visto bueno a las mismas. Aquí no caben excusas por parte de nadie. "La mujer del César, no sólo debe ser honesta, sino además parecerlo".
Con las cuentas claras, más bien, diáfanas, nos encontramos con otro envite, la formación del equipo de gobierno. ¿Seguirá siendo una persona la que acumule toda la gestión, como hasta ahora? Si eso es así, mal empezamos, y peor acabaremos.
Debe haber un reparto de competencias y de funciones, son cuatro concejales que deben estar muy atentos al desarrollo del área que a cada uno corresponda.
Tienen en qué ocuparse, desde aquí se han lanzado muchas propuestas, en su programa alguna habría. Yo encontré pocas con visión de futuro, más bien era una memoria de lo realizado desde tiempos inmemoriales.
Tendrán que atender a la oposición y a los ciudadanos que ya han empezado a manifestar sus necesidades, la iluminación del Calvario, la transparencia en las cuentas, el tema de la secretaria, la compra de materiales, etc, etc.
Y fundamentalmente una, hoy Zagra es un pueblo triste, hay miedo a realizar comentarios públicamente, el recelo se ha extendido, y nadie se fía del vecino.
¿Sabrá cada cuál afrontar esto responsablemente? La unión que tanto caracterizó a nuestro pueblo en tiempos difíciles se ha perdido. Ahora toca recuperarla haciendo bien las cosas. El equipo de gobierno, gobernando, y la oposición controlando minuciosamente esa gestión. ¡Suerte y adelante!
Al parecer ha habido un intento por parte del alcalde de atraer a "su cubil" a los dos jóvenes concejales del PP, preguntándoles qué concejalía quieren. Y éstos conscientes de que su electorado no quiere cuentas con el "gestor" municipal, creo que acertadamente, han dicho que nones. Saben que su labor en esta legislatura es ejercer de oposición, y ahí tienen mucho trabajo por desarrollar.
De modo que volvemos a donde nos quedamos, el pirómano con una manguera en la mano, pidiendo que alguien le ayude a sostenerla. El problema es que muchos son los que piensan que la manguera no lleva agua, y que el primero que se le ocurra cogerla, se quema. Éste es el mísero y triste crédito que le queda a este hombre. Nadie fuera de "su" partido se fía de él.
De modo que le queda una travesía de cuatro años más solo que la una, soledad que se ha ganado por méritos propios.
La rendición de cuentas es el primer envite que se le presenta, y para superarlo decentemente tendrán que hacer, tanto él como la secretaría, un ejercicio de contrición, y presentar a los dos grupos de la oposición, con tiempo y en forma, unas cuentas claras y transparentes.
La labor de la oposición será desmenuzarlas y preguntar cuántas dudas tengan, antes de dar el visto bueno a las mismas. Aquí no caben excusas por parte de nadie. "La mujer del César, no sólo debe ser honesta, sino además parecerlo".
Con las cuentas claras, más bien, diáfanas, nos encontramos con otro envite, la formación del equipo de gobierno. ¿Seguirá siendo una persona la que acumule toda la gestión, como hasta ahora? Si eso es así, mal empezamos, y peor acabaremos.
Debe haber un reparto de competencias y de funciones, son cuatro concejales que deben estar muy atentos al desarrollo del área que a cada uno corresponda.
Tienen en qué ocuparse, desde aquí se han lanzado muchas propuestas, en su programa alguna habría. Yo encontré pocas con visión de futuro, más bien era una memoria de lo realizado desde tiempos inmemoriales.
Tendrán que atender a la oposición y a los ciudadanos que ya han empezado a manifestar sus necesidades, la iluminación del Calvario, la transparencia en las cuentas, el tema de la secretaria, la compra de materiales, etc, etc.
Y fundamentalmente una, hoy Zagra es un pueblo triste, hay miedo a realizar comentarios públicamente, el recelo se ha extendido, y nadie se fía del vecino.
¿Sabrá cada cuál afrontar esto responsablemente? La unión que tanto caracterizó a nuestro pueblo en tiempos difíciles se ha perdido. Ahora toca recuperarla haciendo bien las cosas. El equipo de gobierno, gobernando, y la oposición controlando minuciosamente esa gestión. ¡Suerte y adelante!