ZAGRA: Me gustaría, en mi primera intervención del nuevo año,...

Me gustaría, en mi primera intervención del nuevo año, abrirla con una reflexión que quisiera compartir con los amigos del Foro Zagreño. Se titula “Del asunto del vivir” y parte de una cita de Phil Bosman que dice “ No has sido creado para la industria, para la producción, para la cuenta corriente, para el supermercado... Has sido hecho para ser hombre. Has sido creado para la luz, para la alegría, para reír y cantar, para vivir en amor y concordia”. Tampoco, creo, hemos sido creados para arrastrarnos bajo la bayoneta de otros hombres, ni para servir a nadie, ni para lanzar metralla o esquivar a los pobres que nos tropezamos, ahogados en miseria, por las ruidosas calles con sabor a metal de moneda y escaparate. No, no hemos sido creados para eso, aunque estemos inmersos hasta el propio gaznate de todo ello, aunque brille en nuestros ojos el miedo siempre cruel del sálvese quién pueda, o nos sorprendan con que muchos en las ciudades mueren de soledad, olvidados por todos, en sus casas o en la calle, sin que nadie se entere, hasta que el olor nauseabundo de la propia muerte los delata. No hemos sido creados para nada de eso y, sin embargo, todo lo que hacemos es para lo contrario: vivimos para la industria, para producir, para tener en la cuenta corriente o derrocharlo en los supermercados, para vivir al otro lado de las buenas intenciones, para valorar lo que se tiene y no lo que se es, para dar codazos y cuchilladas, como esclavos de la más cruel de las supervivencias, adorando a multitudes, a cajas que nos venden la felicidad enlatada, a señores dignos con bigote u otros de corbata cruzada en el pecho y palabras importantes. Pero dónde están los poetas, los profetas de la buena nueva, el aire fresco de la mañana, el nuevo aire de la nueva esperanza, dónde el aliento, la mano que acune el llanto injusto del hambre, la tibieza de la palabra sabia, el consenso de lo justo, la educación, las manos abiertas, el pan de cada día y la mirada comprensiva del hermano. Que nadie nos mate la esperanza. Tagore nos lo advierte: “cada niño, al nacer, nos trae el mensaje de que Dios no ha perdido la esperanza en los hombres”. Si Dios no la ha perdido, no queramos ser nosotros indolentes, no la perdamos nunca. Nunca. En cada soplo de vida se nos brinda la oportunidad. Y cada día es un soplo de vida y en cada día nacemos de nuevo. Que el alba nos traiga siempre el sueño y la intención de alcanzar un mundo mejor. Que éste sea el objetivo común para el nuevo año.

Un cordial saludo para todos y Feliz Año Nuevo.

Kiko.