Ahora que lo dices, Argaz, efectivamente se ven bastantes cambios respecto a la imagen original de la iglesia, y la verdad no queda mal, le da un aire más andaluz que el que tenía con anterioridad.
Pero no ha sido ese el único cambio que he visto. Precisamente este fin de semana he estado en Zagra, visitando la tumba de mis mayores y demás familia que yace en el cementerio y me han sorprendido muchas cosas: por ejemplo, la ampliación del cementerio al que se le ha dado un carácter más funcional, los andamios sobre las distintas torres del Castillo para su posterior reconstrucción, etc. También he sentido hasta vergüenza, cuando he pasado junto a gente con la que conviví en mi niñez y adolescencia y a la que no reconocí si no es porque me doy de bruces con ellos, hasta un pariente se tuvo que poner frente a mí y abrazarme para darme cuenta quién era. He sentido, realmente nostalgia, añoranza, por toda esa gente, esos caminos, esas calles, esos lugares por donde corrí, paseé y contemplé tantas cosas de mi pueblo y de sus alrededores. Es difícil expresar esa sensación que sentimos todos aquellos que un día tuvimos que salir de allí para hacer nuestras vidas en otros sitios. Al volver, aunque sea de visita y por pocas horas, descubrimos con orgullo y, a veces, con tristeza esas calles, esas gentes, esas esquinas. Pensamos en los que ya no están, unos por que se fueron para otros sitios y otros, los más, que descansan definitivamente allá arriba, en el cementerio.
Pienso que los que aún, estáis viviendo en Zagra, sois unos privilegiados, y no porque a los demás nos vaya mal en donde vivimos, que no es así, sino que nosotros estamos, un poco desarrigados, hemos perdido el cordón umbilical que nos une a nuestra niñez, a nuestras raices; mientras que ustedes no tienen esa sensación de pérdida.
Todos tenemos "nuestro pequeño país" del que habla Lluis LLach en su canción, que llevamos en nuestro corazón y del que queremos sentirnos orgullosos, por eso, yo le pediría a los zagreños y a sus autoridades que cuiden el pueblo, sus calles, sus recursos, sus cosas buenas, que las tienen, para que ellos y los que vivimos fuera nos sintamos orgullosos de esta tierra.
Un saludo, amigos, y suerte. E. G.
P. D.: He visto también que tenemos un escudo de nuestro pueblo.
Pero no ha sido ese el único cambio que he visto. Precisamente este fin de semana he estado en Zagra, visitando la tumba de mis mayores y demás familia que yace en el cementerio y me han sorprendido muchas cosas: por ejemplo, la ampliación del cementerio al que se le ha dado un carácter más funcional, los andamios sobre las distintas torres del Castillo para su posterior reconstrucción, etc. También he sentido hasta vergüenza, cuando he pasado junto a gente con la que conviví en mi niñez y adolescencia y a la que no reconocí si no es porque me doy de bruces con ellos, hasta un pariente se tuvo que poner frente a mí y abrazarme para darme cuenta quién era. He sentido, realmente nostalgia, añoranza, por toda esa gente, esos caminos, esas calles, esos lugares por donde corrí, paseé y contemplé tantas cosas de mi pueblo y de sus alrededores. Es difícil expresar esa sensación que sentimos todos aquellos que un día tuvimos que salir de allí para hacer nuestras vidas en otros sitios. Al volver, aunque sea de visita y por pocas horas, descubrimos con orgullo y, a veces, con tristeza esas calles, esas gentes, esas esquinas. Pensamos en los que ya no están, unos por que se fueron para otros sitios y otros, los más, que descansan definitivamente allá arriba, en el cementerio.
Pienso que los que aún, estáis viviendo en Zagra, sois unos privilegiados, y no porque a los demás nos vaya mal en donde vivimos, que no es así, sino que nosotros estamos, un poco desarrigados, hemos perdido el cordón umbilical que nos une a nuestra niñez, a nuestras raices; mientras que ustedes no tienen esa sensación de pérdida.
Todos tenemos "nuestro pequeño país" del que habla Lluis LLach en su canción, que llevamos en nuestro corazón y del que queremos sentirnos orgullosos, por eso, yo le pediría a los zagreños y a sus autoridades que cuiden el pueblo, sus calles, sus recursos, sus cosas buenas, que las tienen, para que ellos y los que vivimos fuera nos sintamos orgullosos de esta tierra.
Un saludo, amigos, y suerte. E. G.
P. D.: He visto también que tenemos un escudo de nuestro pueblo.
