Se nos acaba el año y seguimos como estabamos. Perdonad, amigos mios, mi tozudez. Llevo tiempo sin intervenir, porque me he llegado a considerar una mala persona, al ver que la inmensa mayoria de los intervinientes a lo que se dedican es a los chistes, malísimos por cierto, y a la pamplina... No iba a ser Zagra una excepción de aquella parte de España de charanga y pandereta.
Amigo Kiko, somos muchos los que leemos con atención tus brillantes relatos y somos también muchos los que añoramos que de una vez por todas zanjemos nuestras diferencias historicas y nos dediquemos a construir futuro. Quiza, Kiko, de aquellas diez cabezas machadianas solo la tuya piense, aun a riesgo de que las otras nueve continuen embistiendo. He llegado a considerarme una mala persona si comparo mi empecinado discurso, con la espontanea inocencia de EG. Sin embargo, me consuelo al comprobar el poetico rencor de Añoranza, dispuesta a no pasar la página de esa parte de nuestra historia reciente, que convinimos en guardar en el desván. Muchos fuimos los que quedamos en el camino, y no solo los muertos, amiga Añoranza. No hay paz que firmar, ni perdón que pedir.
Pero, bajemos de la abstracción de nuestras discusiones. Ya no hablamos de Zagra, de sus vanidades, de sus personajillos, de sus anhelos. El año se acaba, y aunque seguiremos sin de ponernos de acuerdo en los grandes asuntos sin importancia, si debieramos volver a hablar de la inmisericorde realidad de nuestro pueblo. Aunque si os parece, lo mejor será dejarlo ya para el año que viene.
Feliz Navidad a todos.
AVINARETA.-
Amigo Kiko, somos muchos los que leemos con atención tus brillantes relatos y somos también muchos los que añoramos que de una vez por todas zanjemos nuestras diferencias historicas y nos dediquemos a construir futuro. Quiza, Kiko, de aquellas diez cabezas machadianas solo la tuya piense, aun a riesgo de que las otras nueve continuen embistiendo. He llegado a considerarme una mala persona si comparo mi empecinado discurso, con la espontanea inocencia de EG. Sin embargo, me consuelo al comprobar el poetico rencor de Añoranza, dispuesta a no pasar la página de esa parte de nuestra historia reciente, que convinimos en guardar en el desván. Muchos fuimos los que quedamos en el camino, y no solo los muertos, amiga Añoranza. No hay paz que firmar, ni perdón que pedir.
Pero, bajemos de la abstracción de nuestras discusiones. Ya no hablamos de Zagra, de sus vanidades, de sus personajillos, de sus anhelos. El año se acaba, y aunque seguiremos sin de ponernos de acuerdo en los grandes asuntos sin importancia, si debieramos volver a hablar de la inmisericorde realidad de nuestro pueblo. Aunque si os parece, lo mejor será dejarlo ya para el año que viene.
Feliz Navidad a todos.
AVINARETA.-