Amigo Kiko, creo que entre E. G y tú hay un nexo en común, y es que los dos coincidís, que el sistema no es justo. Que priman los intereses, más que las voluntades.
Partiendo de esta premisa, los dos intentáis exponer vuestras ideas a sabiendas de que en el fondo son irrealizables.
A estas alturas no seré yo quien defienda los regímenes totalitarios (Dios me libres) pero, si hay que decir que la teoría del comunismo y anarquismo no es mala. Otra cosa es ponerla en práctica. Una cosa es predicar y otra dar trigo.
Visto que puesta en práctica no ha funcionado, es más, ha sido un horror, es posible que el mejor sistema sea el capitalismo, yo no tengo esa capacidad de análisis. Pero puedo ver lo que ocurre a mí alrededor. La clase media, que con su pequeña empresa es la que levanta el país, se está empobreciendo. Ya tenemos el 20% de la población que es pobre, viudas, parados de larga duración que, por ser mayores de 55 años están excluidos del mercado laboral, familias jóvenes, que uno se los dos está en paro, y no pueden hacer frente a sus pagos, no porque hayan estirado más el brazo que la manga, simplemente han creído que el sistema no iba a fallar y, que al cabo de los años iban a ser propietarios, de su pisito, o su “endosado”.
Todo eso sin contar los excluidos de siempre, los que en el tren de la vida, ya salieron en el furgón de cola y, cuando se sale así, es muy difícil legar a primera clase. Siempre les van a llevar esa ventaja.
Y luego está el papá Estado. Siempre dispuesto a poner en la mesa millones para multinacionales, bancos, fastos, cargos de confianza, (si no tienen un puesto se lo inventan como ha ocurrido en Barcelona con una hermanísima) delegaciones, ministerios, que no sabemos muy bien para qué sirven etc.
Y por último, los colectivos que se manifiestan pidiendo ayudas justas o no, no voy a entrar en eso pero, es que resulta, que papá Estado somos todos y, que cuando papá Estado reparte ayudas, ya sea a la banca, empresas, colectivos, fundaciones, etc. Lo está sacando de nuestro bolsillito.
Resumiendo esto se parece a Sodoma y Gomorra y, tienes razón. La pirámide está invertida y, hasta que la pirámide no vaya de abajo a arriba no habrá ningún sistema justo.
Resumiendo, el rico sigue siendo igual del rico y, la crisis la pagamos los de siempre, el pequeño empresario o los asalariados
Añoranza
Partiendo de esta premisa, los dos intentáis exponer vuestras ideas a sabiendas de que en el fondo son irrealizables.
A estas alturas no seré yo quien defienda los regímenes totalitarios (Dios me libres) pero, si hay que decir que la teoría del comunismo y anarquismo no es mala. Otra cosa es ponerla en práctica. Una cosa es predicar y otra dar trigo.
Visto que puesta en práctica no ha funcionado, es más, ha sido un horror, es posible que el mejor sistema sea el capitalismo, yo no tengo esa capacidad de análisis. Pero puedo ver lo que ocurre a mí alrededor. La clase media, que con su pequeña empresa es la que levanta el país, se está empobreciendo. Ya tenemos el 20% de la población que es pobre, viudas, parados de larga duración que, por ser mayores de 55 años están excluidos del mercado laboral, familias jóvenes, que uno se los dos está en paro, y no pueden hacer frente a sus pagos, no porque hayan estirado más el brazo que la manga, simplemente han creído que el sistema no iba a fallar y, que al cabo de los años iban a ser propietarios, de su pisito, o su “endosado”.
Todo eso sin contar los excluidos de siempre, los que en el tren de la vida, ya salieron en el furgón de cola y, cuando se sale así, es muy difícil legar a primera clase. Siempre les van a llevar esa ventaja.
Y luego está el papá Estado. Siempre dispuesto a poner en la mesa millones para multinacionales, bancos, fastos, cargos de confianza, (si no tienen un puesto se lo inventan como ha ocurrido en Barcelona con una hermanísima) delegaciones, ministerios, que no sabemos muy bien para qué sirven etc.
Y por último, los colectivos que se manifiestan pidiendo ayudas justas o no, no voy a entrar en eso pero, es que resulta, que papá Estado somos todos y, que cuando papá Estado reparte ayudas, ya sea a la banca, empresas, colectivos, fundaciones, etc. Lo está sacando de nuestro bolsillito.
Resumiendo esto se parece a Sodoma y Gomorra y, tienes razón. La pirámide está invertida y, hasta que la pirámide no vaya de abajo a arriba no habrá ningún sistema justo.
Resumiendo, el rico sigue siendo igual del rico y, la crisis la pagamos los de siempre, el pequeño empresario o los asalariados
Añoranza