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Kiko: De tu poca gracia contando chistes, ya nos diste buena prueba y eso que presumes de ingenio y agudeza. El chiste que conté se lo oí hace años a Paco Gandía, aunque me tomé la licencia de adaptarlo a nuestro entorno. Me podrás acusar de plagio, tal vez de "mala sombra" o de "ejgraciao" pero no de ordinario, ignorante, inculto o mala educación sacando fuera de contexto algo tan irrelevante y sencillo como un chiste. Con razón, para algunos, vas de "duro" por la vida, conmigo te equivocas. Cuando quieras, tomamos café en La Peña y te cuento alguno más. Un saludo. "MALA" SOMBRA DEL TAJO.
Vamos a ver, Mala sombra, si te quedan las cosas claras. Yo puedo aceptar de tu parte, incluso de la parte de los seis mil millones de habitantes de la Tierra, que tengo poca gracia para contar chistes. Ni me asombraría ni persigo demostrar lo contrario. No presumo de tener ingenio ni agudeza, sólo que para superarte a ti en ello me sobra con acentuar una palabra. Tu desafortunado chiste, se lo plagies a quien se lo plagies, muchacho, te tomes la licencia que te tomes, es maleducado y estúpido. Llegas, incluso, a ser tan hipócrita que lo que podrías denunciar abiertamente y con tus razones, si lo que pretendías es criticar la gestión de tu alcalde, lo haces y lo justificas desde un triste chiste tan inoportuno como demagógico. Has resultado, te lo repito una vez más, ordinario, ignorante, inculto y estúpido. Y no te lo digo porque vaya de duro por la vida, una acepción que el amigo EG ha soltado tan gratuitamente como muchas de sus intervenciones, sino porque digo lo que siento. Y no vengas ahora con la candidez de un chiste sacado de contexto. Has intentado menospreciar y hacerlo, además, cobardemente. Eso es lo que te reprocho. No hubieras necesitado de un escatológico chiste, sin gracia y tan evidente, para criticar la labor de un alcalde. Di las cosas claras y deja la mierda aparcada, no taches a nuestros vecinos de las Rosuelas de cagones y ten siempre la delicadeza de que para decir algo claro y abierto, no necesitas refugiarte en la ambigüedad cobarde del digo pero no digo. Y, oye, encantado de ese café en la Peña o dónde sea, y no para que me cuentes un chiste, Mala sombra, sino para hablar tranquilamente de lo que realmente sería lo mejor para nuestro pueblo. Para luego irnos, si quieres, a las Rosuelas, con nuestros vecinos, y tomarnos allí una copita y hablar de los hermosos que están nuestros campos y de cómo ha crecido el pantano, y terminar en Los Ventorros con unas tapas y unas cervezas y pensando que si todos estuviéramos unidos quizás el futuro no sería tan incierto como es ahora, quizás entre todos, desde el respeto y el trabajo, podíamos conseguir asegurar el futuro de nuestra comarca. Y tal vez tú, Mala Sombra, serías capaz de reconocer que con ese chiste has metido la pata hasta el corvejón y yo decirte que tranquilo, chaval, que un mal día lo tenemos todos y que pedimos la última e invito yo. Con gusto, además.
Kiko
Kiko