ZAGRA: E, G. Por lo que dice mi hermana que contaba mi abuelo...

Bueno, como esto no se mueve. Voy a colgar otra de de carnaval
Esta esta dedicada a dos hermanas muy cultas, que vivian en la c/Real.
Eran conocidas como las Manuelas y, esta es una de las más antiguas que conocemos
En 1910, en este pueblo se Zagra, ha llegado un ingeniero
a dirigir el carril, de los Ventorros a Zagra
Por orden de la Marquesa, que cuando esta venia,
a darle vuelta a su hacienda, en silla era transportada
Y el lujoso carruaje, en los Ventorros dejaba.
El ingeniero era un hombre, muy culto y de buena planta
Y las mozas del lugar, todas se lo disputaban
Pero él puso sus ojos, en Manuela, la más guapa
Y fue muy bien recibido, en la casa de Manuela
sobre todo por su hermana, Natividad, la maestra.
Manuela, como ya he dicho, era una moza muy guapa.
Ojos negros, pelo negro, y la piel como la nacar
El ingeniero en su casa, comía, a barba regada.
Pero, llagaba tan lejos envuelto en su propia trampa
que cuando llegó a darse cuenta, Manuela, ya lo adoraba.
Y no tuvo más remedio, que declarar su pasado.
Diciendole a la Manuela que él, era un hombre casado.
Manuela, se puso histérica, por todos sitios lloraba
sus amigas y familia, trataban de consolarla
¡No llores mujer, no llores! Que mozos no han de faltar,
que a tí, te pretenden muchos y, los tienes a bandas.
Pero Manuela no entiende de motivos, ni razones,
y cargandosé de ira, dio tal patada en el aire que, el zapato que portaba
fue a parar al tejado, de la cuadra de su casa
Y al mismo tiempo decía.
¡No querré a ningún mocito!
Que del pueblo me rondara. Si no soy del ingeniero
Pa andar en chanclos, descalza

Ya me direis que os ha parecido. A mi me parece una de las más bonitas

Saludos Añoranza

Añoranza, yo las recuerdo a las Manuelas. Eran dos hermanas solteronas ya muy mayores que a penas salían de la casa si no era para comprar vino. Tenían fama de hurañas. Los niños que teníamos la escuela cerca de su casa, a veces las provocábamos desde la calle y hacían el ademán de salir detrás de nosotros. Una de ellas tenía fama de beber vino y aguardiente. Es curioso, pero no había vuelto a escuchar su nombre desde hacía mucho tiempo. Son esos recuerdos de la niñez que quedan ya de por siempre en nuestras memorias. Recuerdo que cuando se pasaba por la puerta de la casa de esas señoras, olía a suciedad y abandono que salía del interior. Se escuchaba, de vez en cuando decir a los mayores, ¡anda, eres más puerco que las Manuelas!.
Un saludo, amigos. E. G.

E, G. Por lo que dice mi hermana que contaba mi abuelo (la canción tambien me la ha dictado ella) parace ser que no siempre fue asi como tu las rscuerdas, yo tambien las recuerdo con la casa cerradaa cal y canto y, rodeadas de gatos.
Pero parece ser que en un pasado, fueron dos hermenas muy guapas, sobre todo Manuela. El padre de ellas, llevaba la administracion de la hacienda de la Marquesa, que tenia casi todas las tierras de Zagra y, su Hacienda era el molino, la Iglesia tambien le pertenecia. Practicamente todo era de ella.
Por ese motivo, el ingeniero se instalo en casa de ellas (las Manuelas)
Despues del desengaño de Manuela, la guerra hizo el resto, Natividad que era maestra se le prohibio seguir impartiendo clases y, terminaron encerradas en su casa rodeadas de gatos.
En cuanto al vino, es cierto que una de ellas Natividad (creo) solia ir a comprar su botellica de vino porque estaban acostumbradas a comer con vino en la mesa, cosa por otra parte tan poco usual en Zagra Pero nunca abusaron de la bebida. Eso sí, se les colgó ese sanbenito
Todo tiene un porque, amigo EG.
De todas formas creo que ahí tienen familia, que seguro podran aportar más datos que yo.
Desde aquí les animo a que lo hagan. Me parece que la vida de estas dos hermenas
merecen una rehabilitación. que no nos quedemos solo con la imagen de dos personas hurañas, descuidadas y que les gustaba el vino
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Interesante información la que has aportado, Añoranza, sobre las hermanas llamadas las Manuelas. Por desgracia, ya no se puede hacer nada por ellas que hace tiempo fallecieron, pero sí rehabilitar su memoria tan maltratada en su época. Aquí, una vez más se cumple el dicho de que: a perro flaco todo son pulgas. A la desgracias a las que tuvieron que hacer frente se unió la incomprensión y la güasa de gran parte de la gente en el pueblo. A los niños, que éramos muchos, nadie nos dijo que fuésemos respetuosos ... (ver texto completo)