UNA MIRADA
Estoy solo, como siempre,
junto al mar.
Aburrido, harto...
Entonces llegaste tú
tan morena, tan simple,
tan elemental.
Pasaste a mi lado,
revoloteando sobre mí.
Tu mirada,
llegó profunda,
queda,...
Ya no pude seguir igual,
comprendí que,
no hay nada tan hermoso
como la mirada
de una mujer.
E. G.
Febrero de 1987
Estoy solo, como siempre,
junto al mar.
Aburrido, harto...
Entonces llegaste tú
tan morena, tan simple,
tan elemental.
Pasaste a mi lado,
revoloteando sobre mí.
Tu mirada,
llegó profunda,
queda,...
Ya no pude seguir igual,
comprendí que,
no hay nada tan hermoso
como la mirada
de una mujer.
E. G.
Febrero de 1987