ZAGRA: ARBOL...

ARBOL

Arbol que estás ahí
en tu hábitat natural.
Tus raices, las de siempre
hincadas en lo más profundo
de la tierra roja que te vio nacer.

Creciste como te dio la gana,
echaste hojas naturales,
diste sombra al campesino,
al paciente pastor.

Siempre confundido con el terreno
que te dio cuna,
abrasado por el sol
que es tu sol.
Querido por tus paisanos
que son los tuyos.

Un día llegará un hacha criminal
con hmabre de odio, envidia,
cobardía y mezquindad.
Doliéndole que vivas feliz,
que estés en tu casa,
y aprovechando la oscuridad de la noche,
te cortará tus raices,
te llevará lejos,
a otras tierras,
a otros lugares.

Te plantará, tal vez,
en una triste ciudad,
donde,
la tierra, no es la tierra roja
que te vio nacer,
las raices, ya no serán las tuyas.
Ceñirán tu tronco
para que crezcas recto
y, cuidarán tus hojas para que
den sombra al andante,
pero ya no será tu sombra,
ya no será tu gente,
ya no será tu sol.
Ya no irán amantes a adorarse
bajo tus ramas,
sólo algún que otro perro
encontrará en tí
un lugar para hacer
sus necesidades.

E. G.

Marzo de 1987